Fallece Francisco Luzón, fundador de la Fundación Luzón, tras ocho años de lucha contra la ELA

Hoy, miércoles 17 de febrero, ha fallecido a primera hora de la mañana Francisco Luzón López, fundador de la Fundación Luzón, tras ocho años de lucha contra la ELA (esclerosis lateral amiotrófica). Años en los que, a través de su Fundación, ha conseguido dar visibilidad a esta enfermedad.

Trayectoria Profesional

Francisco Luzón nació en El Cañavate (Cuenca) en 1948 y en 1953 emigró junto a su familia hasta el País Vasco, donde se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Pública del País Vasco en 1971 . Un año más tarde, comenzó su carrera profesional en el sector financiero y bancario hasta 2012. Logró ser consejero ejecutivo del Banco de Vizcaya (1972-1987); del Banco Bilbao Vizcaya BBV (1988); presidente ejecutivo del Banco Exterior de España (1988-1996); fundador y presidente ejecutivo de Argentaria (1991-1996) y consejero vicepresidente ejecutivo del Banco Santander responsable de Latinoamérica (1996-2012).

Asesor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington y del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) con sede en Luxemburgo, fue patrono de las fundaciones Príncipe de Asturias, Ayuda contra la Drogadicción y Kovacs. También vicepresidente mundial de la Red de Universidades Universia; presidente del Consejo Social de la Universidad de Castilla La-Mancha; presidente de la Escuela de Negocios Icade en Madrid y miembro asesor de las universidades de Georgetown con sede en Washington, Yale de Nueva York y la Escuela de Negocios China Europa (CEIBS) de Shanghái. Doctor Honoris causa por la Universidad de Castilla La-Mancha (2011), fue impulsor y sponsor de la Ruta Quetzal Argentaria (1993-1996) y del Programa de Jóvenes Directivos en el Banco Santander en Latinoamérica (2009-2012). Vicepresidente de la Biblioteca Nacional de España (2012-2014). Obtuvo la Medalla de Oro del Mérito al Trabajo (2011) y la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio (2017), distinciones concedidas por el Gobierno de España.

Creó e impulsó la Fundación Francisco Luzón «Unidos contra la ELA» de la que fue presidente desde febrero de 2016. 

Pero Francisco Luzón fue mucho más que sus logros y sus causas, fue una persona mucho más relevante e interesante, más humanamente poderosa, influyente y solidaria. Un hombre hecho a sí mismo, con una gran autoexigencia y exigencia hacia los demás. Su obsesión era demostrar a su familia y a todos aquellos que apostaron por él durante su vida, que el esfuerzo que hicieron no fue en vano. Quería manifestar toda su gratitud por las oportunidades que le habían brindado y que habían permitido a un niño humilde, hijo de un obrero, salir de El Cañavate de noche con cinco años a lomos de una mula y llegar hasta donde llegó. Luzón triunfó, de ser un coreano más en el barrio obrero de Munguía, a ser una persona de referencia, relevancia pública e influencia en el mundo económico.

Su lucha contra la ELA

En octubre de 2013 Francisco Luzón sintió los primeros síntomas de ELA, pero no fue hasta principios de 2014 cuando se lo diagnosticaron. Durante ese periodo de tiempo fue operado de las cuerdas vocales tras encontrar las primeras dificultades para hablar y se le realizaron distintos controles médicos para descartar tumores y otras enfermedades. Tras recibir el diagnóstico de una enfermedad degenerativa que no tiene cura, Francisco inicia un proceso de lucha constante con el apoyo de toda su familia. Un viaje donde se vuelca en sus nuevos compañeros: los enfermos de la ELA, los familiares de los enfermos, sus cuidadores, los profesionales sanitarios, los investigadores… Un viaje cuyo objetivo fue hacerles visibles, concienciar a la sociedad de que la Esclerosis Lateral Amiotrófica es una enfermedad cruel y costosa, capaz de arruinar la vida del enfermo y a todos los que le rodean desde todos los puntos de vista. Que paraliza el cuerpo pero deja libre la actividad intelectual. Una enfermedad para la que no se está preparado, ni está organizado el sistema de salud, ni para la que hay suficientes fondos para investigar. Dicen que es rara porque afecta solo a 4.000 personas anualmente, sin tener en cuenta que todos los años un amplio porcentaje es relevado por otros tantos que fallecen. Por este motivo, lanzó la Fundación Francisco Luzón en 2016, imponiendo un ritmo frenético ya que uno de los principales medios para poder realizar su proyecto, el tiempo, no lo tenía. 

La enfermedad nunca le arrebató la sonrisa ni las ganas de vivir y puso en marcha una verdadera carrera contra los tiempos que le imponía la ELA con un único fin: ayudar a los que como él sufrían esta enfermedad, a quienes les cuidaban y a quienes podían encontrar el remedio. Tres años frenéticos de reuniones con científicos, responsables de sanidad pública y privada, visitas a hospitales y servicios, involucrando a entidades de todo tipo, a fundaciones y asociaciones, a amigos, conocidos, amigos de los amigos y conocidos de los conocidos. 

Todo con un mismo fin: crear una comunidad de apoyo al paciente de ELA y a sus familiares tanto a nivel social como médico, facilitarles atención multidisciplinar, e impulsar la investigación para encontrar una cura a esta enfermedad. Comprendido que ese reto sólo podría abordarse desde la comprensión de todos, desde la actuación de todos, desde el compromiso de y con todos.  Desde entonces demostró toda su grandeza. Su trabajo incansable por conseguir que las personas afectadas tengan mejor calidad de vida y vivan dignamente ha sido reconocido con distintos premios y honores a lo largo de todos estos años. Entre ellos se encuentran el premio a la Mejor Organización de Apoyo al Paciente 2018 concedido por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN);  Mención de Honor en 2018 por la Sociedad Española de Neurología (SEN); Premio Selección Ciencia 2017 de la Revista QUO por su labor en la Investigación contra la ELA; Premio de Periodismo Científico Concha García Campoy de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión 2017, Premio León a la Solidaridad de El Español y el Premio ABC Salud como Mejor Fundación de salud en 2017.

Para llevar a cabo este proyecto, Francisco y su mujer analizaron la realidad de la ELA en España visitando cada hospital y reuniéndose con expertos, lo cual puso de relieve la escasa investigación, el desconocimiento y la desinformación que hay sobre esta enfermedad. Por ello, apostó por trabajar conjuntamente con asociaciones y fundaciones de todas las comunidades autónomas para crear una Comunidad Nacional de la ELA que facilite atención socio-asistencial, orientación y apoyo continuado a las personas afectadas. De esta manera, cada año la Fundación Luzón expone los datos sobre su avance en el Informe Observatorio ELA con el objetivo de hacer accesible la actualidad sobre la enfermedad.

Durante 2015 y 2016 comenzó a reunir sus memorias para después escribir  su libro “El viaje es la recompensa”, nombre de la Lección Magistral que hizo en 2011 cuando le invistieron Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla La Mancha.

Francisco Luzón, una persona inteligente, buena, que nos ha enseñado valores tan importantes como la solidaridad, la coherencia, la insistencia, la resistencia y la resiliencia, la compasión y la autoexigencia. En definitiva, una valiosa lección sobre la vida.

“Ama la vida. Vívela con pasión. Lucha por tu sueño. Te podrás caer, pero levántate con más impulso. La vida es lo más hermoso que tienes”.

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